Un estudio realizado por el aula universitaria Oleícola Innova, de la Universidad Internacional de Andalucía y el Grupo Oleícola Jaén, ha revelado que cerca de 500 almazaras están en peligro y podrían desaparecer en los próximos 10 años. Esta situación se debe principalmente a la falta de competitividad y las pobres cosechas de aceitunas.
Radiografía del sector oleícola en la Península
Actualmente, en la Península Ibérica existen 2.219 almazaras, de las cuales el 47% son sociedades de economía social y el 53% industriales. Estas procesan una media de 7,4 millones de toneladas de aceituna por campaña, aunque la producción puede oscilar entre los 4,2 y 10,2 millones de toneladas según las condiciones de cada año.
El estudio señala que el problema se encuentra en los costes de la molturación, el proceso por el que se extraen los jugos de la aceituna. En España, en la última década se han molturado unos 6,8 millones de toneladas por campaña, aunque las cifras más altas llegaron a los 9,7 millones, y las más bajas cayeron hasta los 3,6 millones. Esta diferencia puede suponer hasta 15 céntimos por kilo de diferencia en los costes de molturación de aceituna. Esto quiere decir que los costes y recursos de las almazaras dependen de las inestables campañas de producción de aceituna.
El informe destaca que, a corto plazo, las almazaras deben centrarse en estrategias que mejoren la eficiencia y eficacia de sus procesos. Esta tendencia favorece principalmente a las grandes almazaras, dejando a las más pequeñas en una posición aún más vulnerable y en riesgo a desaparecer.
Un crecimiento insuficiente para la demanda
Aunque la producción de aceituna ha crecido un 15% en la última década, este incremento es insuficiente para cubrir las necesidades de las almazaras. En países como Portugal, tan solo 8 almazaras molturan el 46% del total nacional, mientras que en España algunas llegan a procesar hasta 60 veces la media nacional.
Según el estudio, si esta situación no cambia, el sector verá un incremento en la concentración empresarial. Las almazaras más grandes y eficientes absorberán el mercado, dejando a muchas otras en peligro y fuera del juego.
