En los últimos años, ha habido un creciente interés en las proteínas alternativas como una solución sostenible para la alimentación del mundo. La población continúa creciendo, así como la necesidad de encontrar fuentes de proteínas sostenibles y saludables. La agricultura se ha visto impactada por esta tendencia, en especial la agricultura molecular.
Las proteínas alternativas son aquellas que no provienen de fuentes tradicionales como la carne, los huevos o los lácteos. En cambio, se obtienen de plantas, algas u otros microorganismos.
El aumento de la demanda de proteínas alternativas ha impactado en la agricultura. Es por eso que se están explorando otras opciones de cultivos ricos en proteínas como la soja, el guisante, el trigo o el maíz.
Los agricultores están aprovechando esta tendencia para diversificar sus plantaciones y producir cultivos que son ricos en proteínas. La agricultura vertical se está convirtiendo en el método favorito para su producción, ya que utiliza un ambiente totalmente controlado.
El cultivo molecular de plantas
La agricultura molecular ha despertado el interés de productores de proteínas alternativas. Consiste en modificar genéticamente un cultivo para que sus células produzcan la proteína deseada. Se introduce el ADN animal directamente en las semillas, convirtiendo los cultivos resultantes en fábricas de proteínas.
Por otra parte, la agricultura molecular ayuda a reducir los costes y problemas derivados del cultivo de proteínas en los biorreactores tradicionales, que necesitan un entorno totalmente estéril. Las plantas no tienen este problema gracias a sus sistemas inmunitarios. Además, pretende hacer más asequibles los alimentos alternativos.
El cultivo molecular se ha aplicado tradicionalmente al sector farmacéutico y se está comenzando a aplicar en el panorama de las proteínas alternativas. Actualmente, solo existen 12 empresas dedicadas a esta nueva práctica. Sin embargo, se prevé que este número aumente considerablemente en un futuro.
Las proteínas alternativas abren un nuevo camino lleno de oportunidades. Han demostrado ser una alternativa sostenible para el futuro de la alimentación. A medida que su demanda continúe creciendo, la agricultura molecular seguirá evolucionando para satisfacer esta necesidad.