Investigadores del Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba (DAUCO) han descubierto que la aplicación de silicio en las hojas del olivo puede ser clave para estimular su crecimiento. El silicio actúa como un aliado al fortalecer la absorción de nutrientes, especialmente el potasio.

Un gran bioestimulante
La preocupación por los efectos de los productos químicos en la agricultura está impulsando la búsqueda de alternativas naturales para fortalecer cultivos como el olivo. Por ello, el equipo de DAUCO realizó un ensayo utilizando olivos cultivados con y sin silicio. Los resultados indican que, aunque la ausencia de este elemento no limita el crecimiento de las plantas, su aplicación estimula un mayor desarrollo. Los olivos que fueron tratados con silicio exhibieron tallos más largos y un mayor número de ramificaciones.
La investigación, que se ha publicado en la revista científica Scientia Horticulturae, también demostró que el silicio activa mecanismos que mejoran la tolerancia del olivo frente a diversas amenazas como el estrés hídrico. Estos beneficios podrían contribuir a la reducción del uso de químicos en la agricultura.

El silicio: el segundo elemento más abundante del planeta
Como el suelo agrícola puede contener silicio, los olivos del ensayo se cultivaron en un sistema hidropónico para evitar la presencia de este elemento. Aplicaron silicio en algunas de las plantas semanalmente en dosis de 10 a 20 miligramos por litro. Pronto pudieron observar el impacto positivo en el crecimiento de los olivos, que aumentaron su tamaño, número de brotes y densidad de estomas en las hojas.
El silicio tiene el potencial de convertirse en un elemento clave para las nuevas prácticas agrícolas sostenibles. Los agricultores podrían beneficiarse de un bioestimulante que mejora el rendimiento de sus olivos al potenciar su crecimiento y reducir la dependencia de los químicos tradicionales.