España tiene aproximadamente 300 días de sol al año. Por eso, muchos creen que podría convertirse en una potencia mundial en la producción de energía solar. Pero las plantas fotovoltaicas necesitan una gran extensión de terreno que actualmente se dedica a otras actividades. Mientras que algunos proyectos buscan validar la combinación de la fotovoltaica con la ganadería o la agricultura, Endesa apuesta por demostrar que es posible producir miel ecológica en sus plantas, lo que han llamado «Miel Solar».

La miel que nace del sol
En diciembre de 2023, Endesa presentó su marca «Miel Solar», un proyecto que combina apicultura y energía renovable. Esta iniciativa, desarrollada en las plantas solares de la filial renovable de la compañía, busca certificar que la producción de miel ecológica puede convivir perfectamente con la tecnología solar.
Pero, en realidad, el proyecto arrancó en 2019 en la planta solar de Las Corchas, en Carmona (Sevilla), de la mano de Loramiel, una familia de apicultores con cinco generaciones de experiencia. En esta planta, Endesa había apostado también por un proyecto agrivoltaico, en el que cultivaron plantas aromáticas justo a los paneles solares. Por eso, las abejas del apiario piloto lograron generar más de 500 kilos de miel en un año.
El éxito de este proyecto fue reconocido con varios premios, por lo que decidieron ponerlo en práctica en otras plantas solares. Este 2025, esperan seguir expandiendo la iniciativa hasta alcanzar los 22 apiarios solares.

Apuesta por la España rural
La «Miel Solar» promueve también el desarrollo local. En cada instalación, Endesa colabora con los Ayuntamientos para convocar a apicultores de la zona, fomentando el emprendimiento para preservar la biodiversidad. Además, acuerdan que entre el 5% y el 10% de la miel producida se destine a comercios locales para elaborar productos artesanales.
Inmaculada Fiteni, responsable de sostenibilidad de Endesa, explica que la marca Miel Solar «demuestra la compatibilidad de usos del suelo para el sector industrial y primario, porque no se compite por su uso, se comparte.» Estos proyectos demuestran que la producción de energía renovables puede convivir con las actividades del sector agro, impulsando un futuro más sostenible.