Un planeta más sostenible requiere energía verde. Por eso, la generación y almacenamiento de dicha energía es esencial. En este sentido, el mundo de las baterías tiene novedades. Una empresa española ya está instalando lo que se conoce como baterías biológicas o biobaterías, cuyo origen es vegetal. A partir de una población de microorganismos se genera una pequeña corriente eléctrica que constituye la energía.
Una opción cargada de ventajas
Se trata de una tecnología capaz de generar energía las 24 horas del día, además, permite ahorrar hasta un 50% de agua gracias al riego integrado, reducir la temperatura de la superficie hasta en 4º C y minimizar las emisiones de CO2 hasta en 334,4 g/m2 al año.
Las baterías biológicas son toda una alternativa a las tradicionales, cuyos materiales y procesos perjudican el entorno. Por el contrario, las baterías biológicas permiten generar energía limpia en cualquier medio, basta con disponer de algún tipo de masa orgánica y las poblaciones de microorganismos correspondientes. Una de las bacterias más habituales es la Shewanella oneidensis, conocida como la bacteria eléctrica.
La masa orgánica tiene potencial
Esta tecnología empezó a estudiarse a finales del siglo pasado. Su principio básico estaba en el uso de microorganismos electrogénicos, es decir, bacterias que producen electricidad con sus procesos metabólicos. Como el resto de baterías, contaban con un terminal de carga positiva y otro de carga negativa. En el momento en que las bacterias metabolizaban nutrientes como la glucosa y respiraban, liberaban electrones y protones, que eran captados por los terminales. No obstante, su lanzamiento al mercado se veía frenado porque la energía obtenida era escasa.
Una empresa española realizó un gran avance y empezó a comercializar su modelo de batería biológica en el año 2022. La tarea no fue fácil, puesto que los impulsores del proyecto se enfrentaron a un gran problema que pudieron solventar. Estos dispositivos dejaban de funcionar cuando se encontraban a la intemperie, por lo que crearon un “hotel para bacterias”, es decir, un entorno propicio para los microorganismos electrogénicos que suelen encontrarse en la naturaleza. El principal modelo de la compañía es un panel terrestre que se instala junto con un sistema de riego subterráneo. Así el agua del riego y de la lluvia arrastra nutrientes y fertilizantes a la parte inferior, donde las bacterias de la celda microbiana descomponen la materia orgánica y liberan electrones.
Las baterías verdes están a tono con la naturaleza porque no contaminan.
Imágenes: Biootech