Cuando pensamos en biotecnología, nos puede parecer un término moderno, algo de laboratorio que se escapa de nuestra realidad. Pero, ¿sabías que la cerveza, el vino o la levadura conllevan también procesos biotecnológicos? La biotecnología agrícola es un hecho más cercano de lo que nos creemos.
Desde hace mucho tiempo, los agricultores han manipulado sus cultivos y animales mediante la siembra y la cría selectiva. La decisión de escoger aquellos con las mejores características, creando especies con los rasgos que deseamos, forma parte de la biotecnología. Como si saliesen de un cómic, se crean “súper especies”.
Sin embargo, el término biotecnología agrícola se ha acuñado recientemente. Según la propia definición del Ministerio de Agricultura, su uso en el sector agrario pretende mejorar genéticamente plantas y animales para obtener un incremento en los rendimientos productivos, calidad y perfil nutricional de los mismos.
Durante un proceso biotecnológico se introducen cambios en el ADN que potencian unas características o suprimen otras. Por ejemplo, se ha creado una nueva variedad de arroz que es un híbrido del arroz asiático, con un alto rendimiento, y el arroz africano, con gran resistencia ambiental.
Beneficios de la biotecnología agrícola
El uso de la biotecnología agrícola ha propiciado cultivos con una mayor resistencia a la sequía. Con el cambio climático, la falta de agua es uno de los problemas que más preocupan a los agricultores. La biotecnología posibilita el cultivo en las zonas más secas o durante grandes periodos de aridez.
Las plagas, otra de las grandes preocupaciones de la agricultura, también pueden ser paliadas con su uso. Se crean cultivos capaces de autoprotegerse de los ataques de insectos. Del mismo modo, también se pueden modificar genéticamente los cultivos para que soporten el uso de herbicidas en el tratamiento de las malas hierbas.
Además, nos permite también mejorar la calidad nutricional de los productos. Puede aumentar las vitaminas, los antioxidantes o retrasar el envejecimiento de un fruto alargando su conservación.
La biotecnología agrícola está revolucionando el sector y promete mejorar la producción de alimentos, reducir el impacto ambiental y mejorar la salud de los consumidores.