Bug Vacuum es un robot aspirador de insectos que se encarga del control de plagas en los campos agrícolas. Este dispositivo está equipado con un sistema de navegación reactiva y medidas de seguridad que buscan ofrecer una solución sostenible para el control de plagas en la agricultura.

Para un control de plagas sostenible
Este robot es obra de Agrobot, una empresa onubense creada en 2009 que se ha especializado en el desarrollo de brazos robóticos, robots móviles y software de percepción. Por eso, otro de sus proyectos es la E-Serie, unos robots que cosechan de forma autónoma las fresas tan características de la provincia de Huelva. Sin embargo, Agrobot se ha dirigido estos últimos años a Estados Unidos, pues son los principales inversores de la compañía. “En España diseñamos y fabricamos, pero todas las pruebas de campo las hacemos en California”, explica Juan Bravo, CEO de Agrobot, en una entrevista con el Diario de Sevilla. “De hecho, no tenemos ni un solo prototipo en España.”
Tras el desarrollo de esta cosechadora, decidieron aventurarse con la robótica en otro problema para el cultivo de fresas: las plagas. Así, nació Bug Vacuum. A diferencia del Biocaptur, otro sistema para el control de plagas, este robot funciona de forma autónoma, moviéndose por el campo, detectando surcos, adaptándose a las condiciones del terreno y aspirando las plagas que amenazan la cosecha de manera sostenible. Y es que, al capturar estos insectos, Bug Vacuum reduce la necesidad de pesticidas y minimiza el impacto ambiental.

La seguridad: una prioridad para Bug Vacuum.
Agrobot ha incorporado numerosas características para garantizar la seguridad de los agricultores y su explotación al usar este robot. Bug Vacuum incluye un parachoques de seguridad con un cojín de poliuretano sensible a las colisiones, un sistema de frenado de emergencia doble y un sistema de diagnóstico que detiene el robot en caso de algún problema y que alerta a los operarios con señales visibles y acústicas.
Además, el Bug Vacuum está equipado con sensores LiDAR de percepción híbrida que permiten identificar personas, obstáculos y referencias de guiado, garantizando una operación precisa. Con su peso de más de 1.200 kg y una potencia de más de 20 CV, este robot puede trabajar hasta 15 horas de manera continua, cubriendo grandes extensiones de terreno a una velocidad de 3 km/h.