La industria española de vino genera entre 2 y 3 millones de toneladas al año de desechos de subproductos. Tradicionalmente, estos residuos se han utilizado como fertilizantes o se han destinado para la producción de alcoholes o bioetanol. Sin embargo, un proyecto español busca implementar un enfoque de economía circular. Los subproductos del sector vitivinícola se valorizarían en la propia industria mediante la creación de cajas de plástico compostables para las botellas de vino.
El desarrollo de estos productos nace de la necesidad de buscar una segunda vida a los desechos que se generan en la industria. Gracias a este proyecto, se logra transformarlos en productos compostables similares al cartón, como cajas y estuches, que pueden utilizarse en las bodegas, tanto para la comercialización de las botellas como para fines de merchandising.

Los restos del prensado de la uva dan color
Los materiales que se están obteniendo se conocen como Wood Plastic Compounds (WPC), que son compuestos compostables y semirrígidos. Se producen a partir de biopolímeros y subproductos agrícolas con alto contenido de celulosa. Asimismo, se utilizan los residuos sólidos del prensado de la uva como aditivos para dar color de manera sostenible a las láminas.
Además de cumplir con los requisitos de compostabilidad y mantener las propiedades mecánicas necesarias, estos nuevos productos plásticos supondrían una reducción en el coste de la materia prima en comparación con los productos de cartón tradicionales.

Un proyecto firmado por una cooperativa valenciana
El proyecto se conoce como Raspons. Está respaldado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) y liderado por la Cooperativa La Viña. Cuenta con la colaboración del el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) y el Instituto de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana (Comav) de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV).
El proyecto Raspons representa un importante avance hacia la sostenibilidad y la innovación en la industria vitivinícola, al permitir el aprovechamiento de los subproductos agrícolas para la creación de envases más respetuosos con el medio ambiente. Se espera que esta investigación tenga un impacto positivo en la competitividad del sector y contribuya al impulso de prácticas más sostenibles en toda la cadena de producción del vino.