En la Unión Europea, se desperdiciaron 127 kilos de comida por persona en 2020. La agricultura es una de las mayores fuentes de producción de alimentos, pero también una gran fuente de desperdicios. Se estima una pérdida de 80 millones de toneladas anuales en la industria. ¿Puede la robótica aportar alguna solución?
¿Por qué hay desperdicio pese a la demanda?
El crecimiento de la población mundial es la causa de una mayor demanda de alimentos. Los recientes problemas derivados de las guerras y crisis económicas actuales ponen de manifiesto la necesidad de una mayor producción agrícola. Sin embargo, las cifras de desperdicios en el sector primario parecen no tener sentido.
La climatología, las plagas, la ineficiencia de la maquinaria o los elevados costes de recolección son algunas de las causas. Gracias a la Agricultura 4.0, estamos viendo cómo la tecnología quiere poner soluciones innovadoras.
Soluciones ante desperdicio alimentario
Las incidencias climáticas pueden acabar con la producción. Ante las sequías, heladas o las lluvias torrenciales, la tecnología ha creado herramientas muy interesantes: sistemas de riego inteligente, sistemas antiheladas o aplicaciones con alertas meteorológicas.
Para las plagas y enfermedades animales, podemos observar microchips y collares GPS que monitorizan la salud y recomiendan al ganadero cómo proceder gracias a la IA. En la agricultura, se está innovando con robots que inyectan pesticidas y técnicas contra las plagas, como la confusión sexual.
Pero lo más destacable de la tecnología ante el desperdicio alimentario es su trabajo con la robótica y la maquinaria. Ya hemos hablado de robots que recolectan frutos como un temporero más y tractores autónomos, que evitan los elevados costes de producción. También hemos visto máquinas selectoras para clasificar la cosecha y sistemas de poda automática.
Robótica específica contra el desperdicio de producción
En España se ha desarrollado uno de los primeros proyectos tecnológicos específicos para acabar con este problema. Se trata de un robot autónomo equipado con brazos articulados, inteligencia artificial y sensores. Recolecta los restos de fruta del suelo para poder encontrarles una segunda vida y no desperdiciar la inversión realizada.
La robótica y la automatización tienen un gran potencial para reducir el desperdicio alimentario en el sector primario. Mejoran la eficiencia y la precisión en la producción, detectando y eliminando problemáticas antes de que estas aparezcan y monitorizando la salud y el bienestar de los animales y los cultivos.
Con la tecnología adecuada y su cuidadosa implementación, la robótica puede ser una herramienta poderosa para reducir el desperdicio de alimentos en todo el mundo.