El acceso a todo tipo de datos favorece el desarrollo de las labores del campo. En este sentido, el big data supone un excelente recurso a distintos niveles: rentabilidad, productividad, eficiencia, sostenibilidad… Además, contribuye al ahorro de tiempo e insumos.
Manejar un gran volumen de datos precisa de aplicaciones informáticas para poder procesarlos y tratarlos debidamente. A partir de ahí, llegan a agricultores y ganaderos a través de diferentes dispositivos. Una vez en sus manos, pueden analizarlos, contrastarlos y valorarlos. Dichos datos les ayudarán a tomar decisiones más precisas y ajustadas a cada tarea, temporada y máquina.
La información es poder con Big Data
Esta potente herramienta les permite conocer mejor sus granjas y explotaciones, dado que los datos les ponen al tanto de las condiciones de sus cultivos y cabañas ganaderas: grado de humedad, temperatura del suelo, existencia de malas hierbas, bienestar animal, etc.
Por otro lado, el big data ofrece la posibilidad de experimentar con distintas variedades de semillas, patrones climáticos y técnicas de cultivo. Asimismo, los datos se pueden compartir con otros profesionales y hacer análisis comparativos. Para obtener dichos datos se recurre a medios como drones, sensores, satélites o estaciones meteorológicas.
Almacenar e interpretar los datos requiere disponer de una plataforma dotada con una tecnología específica. Para la combinación de los datos se utilizan algoritmos, cuyo fin es automatizar un proceso óptimo que ayude a canalizar un gran flujo de datos.
Los datos son mucho más que números
La aportación del big data a los sectores agrícola y ganadero es enorme. Permite a los profesionales adoptar soluciones capaces de maximizar el rendimiento, dado que reciben datos sobre los patrones de lluvia, los ciclos del agua o el estado de los pastos, entre otras muchas cosas.
Cuando el agricultor, por ejemplo, accede a datos en tiempo real agiliza su trabajo obteniendo la información necesaria para saber cuándo sembrar, abonar y cosechar. Incluso esos mismos datos le pueden ayudar a controlar la salud de los cultivos y realizar una buena gestión de los mismos, tanto a nivel cualitativo como cuantitativo. También le permiten aplicar productos fitosanitarios de forma óptima y en línea con la normativa vigente.
Un recurso multifunción
Por último, los datos pueden ayudar a tomar medidas preventivas ante fenómenos adversos de distinta naturaleza, como lluvias severas, sequías prolongadas e incluso plagas.
En definitiva, el campo ha experimentado un gran avance en la era digital, sin duda. Y el manejo de información ha contribuido a ello porque permite conocerlo más y mejor.
¡Ojo al dato!