La nueva normativa europea pretende reducir las sustancias activas autorizadas contra las plagas y restringir su aplicación. Ante esto, muchos agricultores están buscando métodos biológicos que no causen daños en la salud ni en el medioambiente. En las Islas Canarias, la técnica del control biológico está cada vez más extendida.
Este método consiste en liberar de manera controlada insectos beneficiosos, que sean enemigos naturales de las plagas que afectan a las plantaciones. A veces, se suele utilizar radiación para aumentar la efectividad de este método. Es por eso que muchas veces se complementa con la técnica del insecto estéril (TIE), un método del cuál ya hablamos en esta noticia.
El éxito en el cultivo platanero
El plátano de Canarias ya se ha beneficiado de los efectos del control biológico. Una avispa autóctona canaria fue capaz de controlar las plagas de cochinilla en los plataneros. Además, los responsables han afirmado que los resultados fueron más eficaces que los derivados de un control químico.
Con estos métodos, no es necesario poner en cuarentena los cultivos ni que los trabajadores lleven equipos de protección contra los químicos.
Muchas empresas están desarrollando soluciones que buscan ayudar y acompañar a los productores ante el reto de las plagas. Proporcionan un catálogo general o específico para cada producción con los distintos enemigos naturales de cada una de ellas. La araña roja, la mosca blanca o el pulgón tienen sus días contados.
Cooperación global para mejorar el control biológico
En el ámbito internacional, la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) colaboran para ayudar a los Estados Miembros de Naciones Unidas a utilizar este tipo de tecnologías para el control de plagas y mejorar la producción de cultivos. El objetivo: proteger los recursos naturales y aumentar la productividad agrícola.