Expertos y estudios recientes advierten de las consecuencias del cambio climático en el sector del vino, que podría hacer que hasta el 70% de las regiones vitivinícolas del mundo desaparezcan. Además, se ha demostrado que el cambio climático está alterando significativamente el sabor del vino. La Dra. Gabriella M. Petrick, quien ha liderado el proyecto europeo Red and White, ha estudiado estos cambios.
El vino no sabe como antes
«Cuando pensamos en el sabor de un vino del viejo mundo, como un Burdeos, frente a un Cabernet al estilo californiano, saben muy distinto«, comenta Petrick en Horizon, una revista de innovación e investigación de la Unión Europea. “Y mucho tiene que ver con el clima”. El cambio climático no solo afecta la maduración temprana de las uvas, sino que también provoca un aumento en el contenido de azúcar y el grado alcohólico del vino distorsionando su sabor tradicional, explica Petrick.
Para compensar estos cambios, los productores franceses han comenzado a mezclar el típico vino Burdeos con nuevas variedades de uva con mayor acidez. Sin embargo, las variaciones en los niveles de alcohol, acidez y azúcar continúan afectando a la percepción de la calidad del vino de muchos consumidores. Por eso, en muchas ocasiones solemos escuchar frases como “el vino ya no es lo que era” o “no sabe como antes”.
La agricultura 4.0 necesita adoptar más estrategias para conservar el sabor típico del vino. Desde la innovación, ya se está apostando por el uso de inteligencia artificial o microsensores que podrían ayudar a controlar la calidad del producto final.
El 70% de las regiones vinícolas podrían desaparecer
Un estudio reciente, publicado en la revista Nature Reviews Earth & Environment, advierte que el 70% de las regiones vitivinícolas del mundo podrían dejar de ser aptas para el cultivo de la vid si las temperaturas globales aumentan más de 2°C. Regiones como España, Italia, Francia o Grecia corren el riesgo de desaparecer.
Aunque otras regiones, como el Reino Unido y el norte de Francia, podrían beneficiarse del cambio climático debido a la posibilidad de cultivar nuevas variedades de uva. En el caso del país inglés, el aumento de las temperaturas ya ha hecho posible la producción de vino y, por ahora, cuentan con más de 500 viñedos.
¿Hay alguna solución? Están experimentando con el cultivo de distintas variedades de uva y nuevos portainjertos. Sin embargo, los expertos advierten de que estas medidas no son suficientes y subrayan la urgencia de actuar contra el cambio climático si queremos que nuestro vino siga siendo el de siempre.