Los paneles solares transparentes, conocidos como DSC (células solares sensibilizadas por colorante, por sus siglas en inglés), son el gran avance de la tecnología solar. Permitirán que nuestras ventanas generen energía renovable.
Una idea de 1990
Pero las DSC no son algo nuevo. Algunos las conocen también como Grätzel, en honor a Michael Grätzel, uno de sus creadores durante la década de 1990. Michael fue profesor de la École Polytechnique Fédérale de Lausana (EPFL) de Suiza, donde han desarrollado un nuevo prototipo que ha batido todos los récords hasta ahora. Han alcanzado una eficiencia del 30% con luz ambiente y del 15% con luz solar directa.
A diferencia de los paneles solares tradicionales, que son opacos y de color azul oscuro, las DSC son transparentes, lo que los hace ideales para instalarse en una amplia variedad de superficies, como ventanas, edificios e, incluso, vehículos. El Centro de Convenciones SwissTech ya cuenta con ellas. Sus 1.500 módulos, repartidos por los 300 m2 de superficie que tiene el centro, producen aproximadamente un total de 8.000 kilovatos hora (kWh) al año.

Transparentes, flexibles, rentables y de colores
Investigadores de todo el mundo están experimentando con todas las posibilidades de los paneles solares transparentes. No solo podrían instalarse en ventanas para generar electricidad, también podrían controlar la cantidad de luz que entra en un edificio y su temperatura. En los vehículos las DSC podrían ser su fuente de alimentación o podrían extender su autonomía. Además, algunos prototipos están investigando la posibilidad de instalar las DSC en dispositivos electrónicos portátiles con la intención de alimentarlos.
El CSIC, a través del proyecto SYNATRA, busca combinar el uso de las DSC con las labores agrícolas. Para ello, se han propuesto desarrollar unos módulos fotovoltaicos orgánicos transparentes que permitan, a cada cultivo, absorber la luz a medida para un buen crecimiento de la planta. A su vez, la explotación será capaz de generar electricidad. El proyecto SYNATRA “contribuirá a aumentar la productividad agrícola” y “ayudará a acelerar la electrificación y la competitividad de las zonas rurales”, según lo publicado en un comunicado.