La población no deja de crecer. A raíz de las estimaciones de Naciones Unidas, que apuntan a una posible cifra de 10.000 millones de habitantes para el año 2050, ha surgido una gran preocupación: ¿cómo podemos alimentar a toda esa población? La carne de laboratorio, o carne cultivada, puede ser la solución.

¿Qué es la carne de laboratorio?
Este nuevo método de producción de carne se basa en la ingeniería celular. David Kaplan, director del Centro de Agricultura Celular de la Universidad de Tufts, explica que se toman las células de animales y se utilizan como fuente de energía para hacer crecer la carne fuera del animal. Es “lo mismo que la carne tradicional”, añade Claire Bomkamp, científica principal de carne y marisco cultivados del Good Food Institute. La diferencia es que este proceso no implica al animal.
La carne cultivada ya se comercializa en Singapur y Estados Unidos. Recientemente, la empresa Aleph Farma ha solicitado la aprobación de la venta de carne cultivada en Suiza y Reino Unido.
España podría ser la mayor productora de carne cultivada
España no se queda atrás. La empresa de alimentación JBS quiere establecer la mayor planta del mundo dedicada a la carne de laboratorio en San Sebastián, en el País Vasco. Para llevar a cabo este proyecto, JBS se ha asociado con BioTech Foods, una empresa pionera en este campo. La planta se espera que esté operativa a mediados de 2024 y que tenga una capacidad de producción de hasta 4.000 toneladas de carne al año.

El objetivo: paliar la falta de alimentos
Organizaciones como Our World in Data y la FAO han advertido sobre el aumento de la demanda de carne, que se ha visto más que triplicado en los últimos 50 años. La demanda de carne y proteínas no dejará de aumentar, en línea con el aumento de la población. Por ello, la carne de laboratorio puede ser una respuesta a la creciente demanda de proteína animal.
Ahora, la gran incógnita es cuándo presentarán estas empresas solicitudes ante la Unión Europea y si podrán superar los requisitos legales. Si lo hacen, la carne de laboratorio podría convertirse en un alimento más de nuestra cesta de la compra.