La OMS estima que, en 2019, la contaminación del aire provocó en todo el mundo 4,2 millones de muertes prematuras. Para 2050, se convertirá en la principal causa ambiental de muerte. Mejorar la calidad del aire debe ser una de nuestras principales prioridades, lo que salvaría millones de vidas. Los espacios verdes han demostrado ser un arma valiosa contra la contaminación. Pero muchas áreas urbanas carecen de vegetación. Este dispositivo «árbol líquido» promete traer un pedazo de naturaleza al entorno urbano. Absorbe dióxido de carbono y libera oxígeno, como lo haría un árbol real.
Este dispositivo ha sido desarrollado por un equipo de expertos del Y-TEC e INBIOTECH-CONICET (el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Biotecnología de Mar del Plata). Y-ALGAE es un fotobiorreactor que alberga unas algas muy pequeñas, nativas de Buenos Aires, que mejoran la calidad del aire en las ciudades y en zonas industriales. Las microalgas son las encargadas de llevar a cabo la fotosíntesis.
Sus desechos pueden transformarse en fertilizantes
Además de limpiar el aire, Y-ALGAE puede generar biomasa, en línea con la economía circular. La biomasa no es un desecho. Una vez cosechada, este recurso se puede convertir en energía limpia, fertilizantes, biocombustibles, suplementos proteicos y hasta materiales de construcción, como ladrillos. La versatilidad del dispositivo le permite también aprovechar las aguas residuales y de lluvia para su abastecimiento.
Las microalgas han demostrado su efectividad incluso en ambientes altamente contaminados. Los gases de combustión, propios de las ciudades y las zonas industriales, impiden el crecimiento de muchas plantas. Pero esto no afecta a las algas, lo que las hace ideales para este tipo de tecnología.
Una estrategia contra el cambio climático
Usar algas para combatir la contaminación no es un concepto nuevo. Se lleva investigando desde hace 50 años, aunque ha sido en las últimas dos décadas cuando ha cobrado mayor relevancia. Sin embargo, aún nos queda un tiempo hasta que veamos esta tecnología implantada masivamente. Los costes de producción son demasiado altos. Aún así, los desarrolladores de Y-ALGAE opinan que, con el tiempo y la innovación en las nuevas tecnologías, pronto podremos ver “árboles líquidos” en todas las ciudades.