La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha destacado avances significativos en uno de sus últimos informes. Tras ocho años de batalla, la sanidad animal europea ha logrado plantar cara a las bacterias multirresistentes. Los antibióticos no eran capaces contra ellas. La tendencia apunta a una proporción cada vez mayor de bacterias sensibles a todos los antimicrobianos.
El informe destaca la reducción a la resistencia de antibióticos de salmonella, tradicionalmente asociada a cerdos y terneros, la cual suele ser multirresistente. Además, también se ha logrado el mismo resultado con otra importante bacteria zoonótica: en la resistencia de campylobacter a antibióticos para el tratamiento de humanos y pollos de engorde.
Expertos en sanidad animal ven estas tendencias con optimismo y destacan la labor de los veterinarios en coordinación con el sector. Los datos de la EFSA respaldan los de la Agencia Europea del Medicamento, los cuales indican que el uso de antimicrobianos en el ámbito veterinario se ha reducido en un 43% en la Unión Europea entre 2011 y 2020.
Un desafío también global
El Plan frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), implementado a nivel nacional, ha sido fundamental en el logro de estos resultados positivos. Sin embargo, fuera de la Unión Europea, surge la preocupación sobre cómo los países en vías de desarrollo enfrentarán este desafío sanitario mundial. Existe el temor de que opten por la vía fácil de aumentar la productividad mediante el uso generalizado de antibióticos, lo que podría frenar los avances globales en la lucha contra las resistencias.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) propone ayudar a estos países con los fondos necesarios para promover la bioseguridad, mejores prácticas de manejo y programas de vacunación para el ganado con el objetivo de reducir el uso de antimicrobianos.
Los avances logrados en Europa son alentadores, pero es crucial que se promueva la adopción de prácticas similares a nivel global para preservar la eficacia de los antibióticos y garantizar la salud tanto de los animales como de los seres humanos.