El artista danés Theo Jansen se ha propuesto enseñar a las gaviotas a limpiar la playa. Estas aves, que se ven recompensadas por su ayuda, recogen el plástico de las playas para proteger el ecosistema. Un proyecto que pretende sumar a la fauna local en la batalla contra la contaminación.
Gaviotas recolectoras para limpiar la costa
Theo Jansen había sido conocido hasta ahora por sus esculturas cinéticas llamadas strandbeests (bestias de la playa, en inglés). Estas son unos esqueletos hechos de material reciclado que son capaces de caminar gracias a la energía del viento y la arena. Pero ahora, Jansen ha vuelto a saltar a la fama por un nuevo proyecto. Está intentando conseguir que las gaviotas de ayuden a limpiar las playas. Para ello, ha diseñado un sistema que recompensa a estas aves cada vez que depositan los residuos plásticos en un punto específico.
Se trata de un “comedero inteligente” que está instalado en un balcón frente a la playa. Actúa como un dispensador automático de alimento. La gaviota deja el plástico recolectado y, al momento, el dispositivo libera una porción de comida. Esta idea ha revolucionado las redes sociales, donde se han difundido imágenes de las gaviotas trabajando en zonas de difícil acceso para el ser humano.
Aunque el proyecto aún se encuentra en fase de prueba, podría ser una herramienta efectiva en la lucha contra la contaminación de las costas.
El caso de los cuervos
El uso de animales para recoger basura no es nada nuevo. En 2022, la empresa sueca Corvid Cleaning utilizó cuervos para recoger las colillas de cigarro de las calles de una ciudad de Estocolmo. Se les recompensaba con comida cada vez que dejaban uno de estos residuos en las cajas especiales. Y en Francia, en el Puy du Fou, hacían lo mismo con todo tipo de basura.
Sin embargo, expertos señalan el riego que podrían sufrir estos animales si ingieren alguno de estos residuos por error. Un estudio publicado en la revista PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America) destacó que el 30% de las aves estudiadas contenían residuos en el intestino durante la investigación. En el caso de las gaviotas, el impacto que esta práctica tendría sobre su salud a largo plazo está aún por ver. Pero, ¿podríamos estar ante una solución para la defensa del medioambiente?