Estamos en una época crucial para el olivar. Muchas aceitunas empiezan a cuajarse en el campo. En este momento es vital vigilar el cultivo ante la aparición de la polilla del olivo, cuyo nombre científico es Prays oleae.
La polilla del olivo tiene un impacto directo en los frutos recién formados y puede causar grandes daños económicos. Esta plaga deposita sus huevos cerca del fruto y, cuando las larvas eclosionan, se introducen en la aceituna. La polilla provoca la caída prematura de los frutos. Las aceitunas que logran sobrevivir a esta primera infestación, pero que siguen conviviendo con la polilla, es posible que caigan en septiembre. Por esto, es muy importante que los agricultores estén siempre en alerta, realizando un seguimiento constante de la finca para anticiparse a los efectos de esta plaga.
Tres generaciones letales de esta polilla
La polilla del olivo puede provocar hasta un 80% de pérdida de productividad. Pero esta plaga no solo afecta a la aceituna. Tiene tres generaciones que atacan distintas partes del olivar dependiendo de la época del año. En la primera de ellas, las larvas atacan las hojas, realizando una galería donde pasan el invierno. Con la subida de las temperaturas, vuelven a moverse cambiando de hoja hasta que finalmente se convierten en crisálida.
La segunda generación ataca la flor en primavera. Las larvas se alimentan del polen y del fruto, destruyendo hasta 40 flores cada larva. Tras esto, tejen una crisálida muy característica, que el agricultor puede observar como una especie de telaraña que rodea las flores. La tercera generación es la que ataca directamente el fruto.
¿Qué hacer ante la polilla del olivo?
Si se detecta esta plaga en el olivar, lo recomendable es realizar un tratamiento insecticida. Este tratamiento debe respetar las dosis mínimas y máximas recomendadas de los productos fitosanitarios autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Para disminuir la población de esta plaga y reducir el uso de soluciones químicas en el futuro, lo más recomendable es aumentar la población de fauna auxiliar. La crisopa (Chrysoperla carnea), en su fase de larva, mantiene a raya a la polilla del olivo. Utilizando la naturaleza a nuestro favor podemos combatir eficazmente esta plaga.