¿Podrían los reptiles ser los nuevos mejores amigos de los invernaderos almerienses? El Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) cree que sí. Por eso, han comenzado un nuevo estudio para analizar su impacto en el control biológico de plagas.
Un nuevo enfoque en el control biológico
El estudio se centra en la identificación y cuantificación de reptiles en entornos agrícolas protegidos, como los invernaderos. El objetivo es evaluar su comportamiento, adaptación y dinámica poblacional dentro de los invernaderos, con el fin de conocer su efectividad como depredadores naturales de plagas.
Esta investigación forma parte del proyecto «Plagas emergentes y reemergentes en la horticultura protegida», que se extenderá hasta 2026. Además, se enmarca dentro de una estrategia más amplia que el IFAPA ha venido desarrollando para potenciar el control biológico en la agricultura almeriense. Ya han demostrado la eficacia de murciélagos y aves en la reducción de plagas como la Tuta absoluta, una de las principales amenazas para el cultivo del tomate.
Reptiles: una solución sostenible ante las plagas
El control biológico es una alternativa sostenible al uso de pesticidas químicos, permitiendo una producción más respetuosa con el medio ambiente. Con esta nueva línea de investigación, el IFAPA busca normalizar en el sector agrícola el papel de los reptiles en la lucha contra plagas y cómo pueden integrarse en las estrategias de manejo sostenible.
Además de este proyecto, también se están investigando soluciones para otros desafíos agrícolas. Por ejemplo, buscan reducir el impacto ambiental en cultivos bajo invernadero y la optimización del uso de insumos. Pero el estudio de los reptiles en invernaderos, sin duda, abre una nueva vía en la búsqueda de soluciones ecológicas para el control de plagas. Los agricultores pueden utilizar herramientas naturales para mejorar la salud de sus cultivos y reducir la dependencia de productos químicos.
