El objetivo siempre es aumentar la producción agrícola. Por eso, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) ha desarrollado un sistema que integra paneles solares y torres de cultivo hidropónico. Está diseñado para optimizar el espacio y los recursos, logrando producir alimentos y energía al mismo tiempo.

Cultivo y energía: aliados en espacios reducidos
Este prototipo permite que hortalizas como lechugas, espinacas y acelgas crezcan en estructuras verticales utilizando agua de lluvia mientras los paneles generan energía, haciendo un doble uso del terreno. “Queremos evitar que en el futuro surja una competencia entre la necesidad de cultivar alimentos y la de producir energía”, comenta Sebastián Cáceres, estudiante del máster en Ingeniería en la UNAL, quien ha participado en el proyecto. “Con este sistema ambas actividades se pueden dar y beneficiarse mutuamente.”
El diseño se basa en torres modulares compuestas por anillos apilables, alcanzando hasta 2,5 metros de altura. De esta manera, podemos aumentar la capacidad de cultivo a 80 plantas por metro cuadrado, en comparación con las 10 de un sistema hidropónico tradicional. Además, las torres mejoran las condiciones de trabajo de los agricultores al reducir la necesidad de agacharse constantemente. Otra ventaja clave del sistema es su capacidad para recoger agua de lluvia, lo que lo convierte en una solución sostenible ideal para pequeñas explotaciones agrícolas.

Próximos pasos: paneles semitransparentes
Pero este sistema tiene un problema: las sombras. Los paneles solares pueden proyectar una sombra sobre los cultivos que podría afectar a la productividad. Por eso, los investigadores de la UNAL están explorando alternativas como el uso de células solares semitransparentes que permitan el paso de una mayor cantidad de luz.
La UNAL también planea realizar pruebas de resistencia y durabilidad en la siguiente fase del proyecto. Con esto, buscan que las torres soporten las condiciones ambientales más duras, lluvias torrenciales y vientos intensos.