Los incendios arrasan muchas hectáreas de bosque cada año. Después de las labores de extinción vienen las de reforestación para poder recuperar el terreno perdido. En este aspecto, la ciencia aporta su granito de arena con un método muy innovador: semillas inteligentes.
El proceso para obtenerlas es muy peculiar. Se trata de aportar a cada semilla hongos forestales que ayudan a la planta a crecer y la refuerzan. Además, se añade un aditivo de arcillas para que absorban el agua de lluvia, así como un disuasor de fauna con el fin de que no sean ingeridas por los animales.
Esparcimiento con tecnología dron
Las semillas, una vez preparadas, son arrojadas desde el aire por medio de drones. Se pueden reforestar hasta cien hectáreas de bosque en un día, según Jaime Olaizola, doctor ingeniero de montes y fundador de IDForest, una empresa palentina que es pionera en el sector agroforestal.
Esta empresa trabaja con otra que está especializada en reforestación con drones, cuyo nombre es CO2 Revolution. Después de más de un año de intensa labor, las semillas inteligentes se han utilizado en Valencia, Galicia, Zaragoza, Palencia, Burgos, Ávila… Eso sí, siempre con especies autóctonas y la colaboración de las administraciones que gestionan los montes públicos.
Todo son ventajas
Este sistema de reforestación tiene múltiples ventajas, ya que es menos costoso, permite acceder a cualquier lugar del monte y no emite CO2 , dado que no requiere maquinaria. Un caso de éxito es el trabajo realizado en la región de Borela (Pontevedra), donde tras sucesivos incendios, se está consiguiendo una eficacia de más del 50%.
Como es natural, el sistema no funciona en todos los sitios con el mismo resultado. Si se presenta un año muy seco la germinación disminuye y hay que intensificar la labor. Sin embargo, se ha comprobado que muchas de esas semillas se quedan en el terreno, y si no germinan el primer año lo hacen al siguiente.
Los bosques pueden volver a brotar con un goteo de semillas.
