La Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia (Proexport) está probando un nuevo sistema de transporte diseñado para reducir el desperdicio alimentario. Se trata de BulkBox, un contenedor especial que regula el intercambio de aire y monitoriza las condiciones de los productos en tiempo real. Esta iniciativa forma parte del proyecto europeo SISTERS, que busca minimizar las pérdidas a lo largo de toda la cadena de suministro.

BulkBox: control inteligente para mejorar la conservación
El BulkBox es un contenedor semi-hermético que permite regular el nivel de humedad y gases en su interior. Además, incorpora sensores que miden temperatura, humedad, CO2 y O2, enviando los datos a la nube para su control en tiempo real.
Según Abelardo Hernández, responsable del proyecto en Proexport, este sistema crea una atmósfera modificada de manera pasiva, lo que reduce la deshidratación en productos como las espinacas. Sin embargo, en frutas más delicadas como las fresas, un aumento de la humedad podría favorecer el desarrollo de hongos. “Hemos obtenido resultados positivos en transportes de larga duración”, explica Hernández.

Más soluciones para la cadena de suministro
Además de BulkBox, el proyecto SISTERS también ha desarrollado StoreBox, unas cajas diseñadas para los puntos de venta que permiten monitorizar las condiciones de los productos y prevenir pérdidas en la distribución.
Proexport ha estado probando estas innovaciones en condiciones reales de trabajo. Empresas asociadas como Verdimed y Agrar Systems han ensayado los BulkBox, mientras que Looije ha testeado los StoreBox. Otras compañías, como Soltir y Campo de Lorca, han trabajado en la transformación de restos de cultivos en biomoléculas para fabricar envases compostables.

Un reto logístico para un producto perecedero
Las frutas y hortalizas son productos especialmente sensibles. Mantener su frescura y calidad requiere de una cadena de frío eficiente y condiciones de conservación personalizadas para cada tipo de alimento. “La principal herramienta que tenemos en la conservación de las frutas y hortalizas es el frío. Hemos hecho un gran esfuerzo en extender la cadena de frío a todas las fases de la producción”, señala Hernández.
A pesar de estos esfuerzos, el desperdicio sigue siendo un desafío global. Según indica Proexport, solo el 70% de los alimentos producidos llegan a ser consumidos. Aunque la mayor parte del desperdicio ocurre en hogares y restaurantes (55%), las pérdidas en el transporte y la distribución también tienen un impacto significativo.
El proyecto SISTERS pretende ofrecer soluciones prácticas para cada eslabón de la cadena de suministro. Sin embargo, Hernández advierte que, para reducir realmente el desperdicio, es fundamental la colaboración de todos los actores del sector agroalimentario.