Existe una planta que, al mojarse y colocarse en la tierra, lleva a cabo un “sistema de autoenterramiento”. Se excava sola en el suelo, en busca del lugar perfecto para plantar sus semillas. Suena casi a ciencia ficción. Un equipo de investigadores del laboratorio Morphing Matter, ha diseñado un portador de semillas que imita a este sistema para enterrarlas. Una innovación que tiene como objetivo mejorar la reforestación de nuestro planeta y reintroducir especies vegetales en peligro de extinción.
¿Cómo funciona?
Este sistema es un portador de semillas biodegradable de madera. Cuando entra en contacto con la humedad, la madera se expande. Pero la capa interior lo hace más rápido que la exterior, haciendo que se enrolle y taladre el suelo. Cuando se seca, vuelve a cambiar de velocidad y acaba empujando a la semilla profundamente en el suelo.
Al sembrar las semillas a suficiente profundidad, la estructura las mantiene a salvo bajo tierra. Las protege de amenazas externas como la depredación de animales o las inclemencias meteorológicas. De esta manera, consigue aumentar la tasa de germinación y el buen crecimiento de las plantas.
Muchos más beneficios
Una de las pruebas más importantes que realizaron los investigadores, fue el lanzamiento aéreo de múltiples semillas desde drones. Demostraron un 90% de éxito a la hora de introducirlas en el suelo.
Esta solución podría cubrir amplias zonas de forma rápida y consistente, acelerando los proyectos de reforestación y la recuperación de hábitats naturales. Además, la madera de roble, de la que están hechos estos portadores de semillas, es una de las más resistentes y accesibles. Es biodegradable, por lo que no deja ningún residuo.
Los investigadores afirman que también se podrían usar estos portadores para desplegar fertilizantes u otros materiales (como sensores) que podrían ser beneficiosos para la agricultura y la conservación. Un sistema que han llegado a transportar y enterrar semillas de hasta 11 mm de largo y 72 mg de peso.